miércoles, 17 de noviembre de 2010
Hay tantas cosas que deseo decirte que no estoy segura de  por donde empezar. ¿Debería comenzar por decirte que te quiero? ¿O qué los días que pasado contigo han sido los más felices  de mi vida? ¿O qué en el poco tiempo que hace que te conozco he llegado  a creer que estábamos destinados a encontrarnos? Podría decir todas esas cosas y todas serían verdad, pero  mientras las vuelvo a leer, lo único que pienso es que me encantaría poder estar  a tu lado ahora. En el futuro, sé que reviviré  nuestros días juntos un millón de veces. Escucharé tu sonrisa, veré tu cara y sentiré tus brazos  alrededor de mi cintura. Echaré de menos todo eso, más de lo que puedas llegar a  imaginarte. . Hace que todo lo que hemos compartido sea incluso más  especial, y así es como quiero recordar los días que he pasado contigo. En parte tengo miedo de que llegue un momento en que tú no  sientas lo mismo, de que te olvides de lo que hemos pasado juntos, asi que te  propongo un juego: estés dónde estés, y sin importar lo que pase en tu vida, la  primera noche de luna llena de cada mes, igual que la que brillaba en el  firmamento el primer día que nos conocimos, quiero que la busques en el cielo  nocturno. Quiero que pienses en mi y en la  semana que hemos compartido, porque esté donde esté, y sin importar lo que pase  en mi vida, esa será exactamente lo que yo estaré haciendo. Si no podemos estar juntos, al menos podemos compartir ese  momento, y quizás entre los dos consigamos hacer que este sentimiento perdure  para siempre. Te quiero, y espero que cumplas la promesa que un día me  hicistes. Si regresas me casaré contigo.  Si rompes tu promesa, me romperás el  corazón.
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